Uno de los movimientos más importantes dentro del arte moderno y las Vanguardias es el Cubismo.
Pero es un estilo complejo, que intenta romper con las reglas de movimientos anteriores.
Pero para poder realizar dibujos así necesitábamos una preparación, por eso estas semanas anteriores nos hemos estado entrenando con trabajos que nos ayudaban a soltarnos y a aprender a controlar la mano y nuestro cuerpo frente al papel.
Además también hemos ido aprendiendo el proceso de hacer, deshacer, hacer, deshacer..., lo que hacía que el dibujo tuviera infinitos acabados, permitiendo que el dibujo permaneciera abierto hasta el final.
Para esta clase tuvimos como modelo una obra de George Braque
Al inicio de la clase nos preguntaron que era lo que veíamos y todos permanecimos en silencio pues por más que lo miráramos nadie conseguía encontrar algo con lo que se pudiera identificar. Después nos dijeron que la obra se llamaba "El portugués", por lo que todos empezamos a vislumbrar la silueta de un hombre con guitarra.
Con esto nos querían hacer como se siente el artista frente a su obra mientras la realiza, una angustia y temor por no saber identificarlo con nada, pero al mismo tiempo es eso lo que le permite disfrutar mientras dibuja. Pues puede probar técnicas, movimientos, y recorrer el papel provocando formas y figuras nuevas.
Esto era lo que querían que hiciéramos, que disfrutáramos dibujando, sin intentar acabar el dibujo desde el principio.
Y este fue el resultado
A pesar de la charla del principio, creo que al tener un modelo me preocupé demasiado por intentar imitarlo, dándole demasiada importancia a los detalles, cuando eso era lo último que tenía que haber hecho. Además por culpa de eso, perdí mucho tiempo intentando copiar el dibujo tal cual, por lo que no pude terminarlo.
Por tanto no creo que obtuviera un buen resultado.